SOLUCIONES PARA UN ZAPATO QUE NO ES DE TU TALLA
A quien no le ha pasado alguna vez que ha encontrado unos zapatos de ensueño, los que siempre habías deseado tener, y con los que lucirías guapísima y elegante. Decides entrar en la tienda y probarlos, “supercómodos”, los compras y vas tan feliz.
Pero después de ponértelos, al día siguiente, te llevas la gran sorpresa, te son incomodísimos.
Te das cuenta que esos bonitos zapatos, te quedan algo más grandes o pequeños que la primera vez que te los probaste. No te preocupes, podrás lucir tu nueva adquisición, con unos sencillos consejos lograras que esos zapatos se amolden a tus pies.
- Si el problema es que te quedan pequeños, puedes ponerte unos calcetines gruesos, incluso dos, y caminar en casa unas horas varios días y seguro que te quedarán más amplios.
- Otra solución la tienes en llenar una bolsa de plástico con agua, después la colocas dentro del zapato y lo metes en el congelador. Al congelarse el hielo hará que el zapato ceda.
- Puedes poner, en la zona que más te moleste, desodorante en barra, eso hará que la piel resbale y de ese modo no te harán las tan dolorosas ampollas.
- También puedes usar, para que el zapato se adapte a tu pie, un secador de pelo. Ponte un calcetín grueso y colócate el zapato, esta vez serán solo unos minutos, aplícale aire caliente con el secador, así el zapato se aflojará y se moldeara a tu pie.
- Y si tienes varios días para conseguir que tu zapato agrande usa papel de periódico. Con unas hojas de periódico haz una bola y sumérgela en un poco de alcohol, después introdúcelas en el zapato, cuidando que no se deformen, déjales el papel mojado dentro dos o tres días, quedarán perfectos.
- Puedes poner vaselina o crema de manos por todo el filo, con cuidado de no mancharlo por fuera, y conseguirás que el pie resbale y no te lastime.
Si el zapato te queda más grande de lo normal, es de lo más incómodo para una mujer. Puede que tus andares parezcan los de un pato, además de producirte múltiples ampollas, incluso puedes terminar besando el suelo.
Lo mejor es probarlos cuando el pie esté descansado, así no estará hinchado y tener en cuenta que el ante, por ejemplo, cede con el uso.
Si aún así te quedan grandes, una media plantilla de piel o silicona, puede ayudarte. Las de silicona son muy recomendables para zapatos de tacón, ya que amortiguan el peso del cuerpo y la planta del pie sufre mucho menos.
Si te queda excesivamente grande le puedes poner una plantilla completa, bien de silicona o de gel.
Antes un remedio casero era poner un algodón en el talón. Actualmente hacen taloneras, es un adhesivo que se coloca en la zona interior del zapato, donde se sitúa el talón.
Por último, sabías que si te unes tus dedos anular y medio con una cinta o esparadrapo tus tacones altos serán más cómodos?. Pruébalo y seguro que usarás ese tacón, que tanto te gusta, más a menudo.
Por La Tía Beli