¿Te acuerdas que zapatos llevabas cuando ibas al colegio de primaria?. Si tienes ya unos cuantos años encima, seguramente llevarías unos Oxford negros o azul marino. O para las más adelantadas, de color marrón (si, si, algunas teníamos también mocasines). Y siempre con los cordones sueltos, y mira que nuestros padres nos hacían doble o tripe nudo, pero se soltaban igual. Y lo malo, es que todavía no sabíamos hacernos el nudo del zapato solas. Así que el tema de los cordones sueltos, siempre traía consigo alguna caída extra.

Si vemos los zapatos infantiles que existen hoy, nos daremos cuenta, que a ningún fabricante se le ocurre poner cordones para niños pequeños.  Ahora va todo con sistemas de abroche adhesivo o elástico. Vaya, el típico cierre de velcro tan práctico, que incluso el propio niño, puede sacarse y ponerse el zapato fácilmente.

También han cambiado mucho los modelos y el tipo de zapato infantil que se usa para ir al colegio. Ahora vemos mucha zapatilla de deporte o sneakers, de todos los colores y formas, incluso con luces. Y aquellos zapatos con aspecto más tradicional, se ven muy cómodos y flexibles, para que los niños puedan jugar y correr todo lo que quieran sin rozaduras.

Incluso los diseños de zapatos para niños en general, no solo para ir a la escuela, son geniales. A mí me ha pasado muchas veces (y sé que a algunas amigas les ocurre lo mismo) que veo diseños de zapatos para niñas que me gustarían para mí. Lo malo es que pregunto y nunca los hacen de mi talla. Creo que el fabricante de zapatos de niñas que haga esos modelos para adultas, se forra de dinero.

Pensemos que el fabricante de calzado de niños tiene en cuenta, no solo que sean bonitos y divertidos, sino también que sean cómodos y algo que en los adultos no se tiene muy en cuenta, seguros. Si, si, los zapatos para niños tienen que ser seguros. Intentando que tengan los menos accidentes posibles, algo que no nos vendría mal también a los adultos (acuérdate de la cantidad de golpes que te das en el dedo meñique).